Terapia de lenguaje fonema r para niños con dificultades del habla.
Si su hijo tiene problemas con la letra r le recomendamos la terapia de lenguaje fonema r.
El sonido ” r ” es una letra particularmente difícil de enseñar porque la forma en que su boca produce
el sonido cambia
dependiendo de las otras letras con las que se combina.
Además, el sonido de cada vocalización se ve afectado por su ubicación al principio, en medio o al final de una palabra.
Generalmente, el sonido se emite llevando la lengua hacia arriba y hacia la parte posterior de la boca.
El sonido se expresa, lo que significa que el sonido que produce ” r ” proviene de la vibración de las cuerdas vocales
del hablante.
Dado que el sonido ” r ” es tan desafiante, tanto para hablar como para enseñar, es muy importante seguir el progreso
de su hijo con el sonido.
Detectar los problemas a tiempo hace que sea mucho más fácil para un patólogo del habla con licencia ayudar a
remediar los problemas con este sonido difícil.
Los niños generalmente comienzan a percibir el sonido a los dos años y medio y deben dominarlo a los siete años.
Si su hijo tiene ocho años y aún no puede formar correctamente el sonido, se recomienda encarecidamente que
busque la ayuda de un terapeuta del habla para niños para que le ayude a volver a la normalidad con su habla.
También hay muchas actividades excelentes que puede hacer en casa con su pequeño para ayudar
a estimular su articulación.
El enfocarse regularmente en sonidos específicos con su hijo también le brinda una manera de monitorear activamente
su progreso e identificar cualquier problema.
Debido a que el sonido ” r ” cambia con la vocal a la que está adjunto, a menudo es útil usar un sonido
de vocal para conducir a la pronunciación correcta.

Los problemas para pronunciar el fonrma “R”
El rotacismo no se debe a un problema de retraso ni psicológico.
El uso prolongado del chupete puede ser un precedente, así como que alguno de los padres también tenga algún problema para pronunciar la “r”.
Recordemos que los niños aprenden los sonidos por imitación, por lo cual es muy factible que pronuncie como lo hacen sus mayores.
Luego, hay dos causas principales.
Por lo tanto, la más frecuente, es una mala colocación de la lengua y del aire, haciendo que el sonido
no se pronuncie de la forma adecuada.
un problema físico que impida la emisión de ciertos sonidos, como frenillo sublingual, hendidura del paladar o tal vez hipoacusia.
Antes de comenzar con un tratamiento es importante conocer la causa del rotacismo para saber qué camino seguir.
La “r” es una consonante alveolar, cuyo sonido se consigue haciendo vibrar la punta de la lengua contra el paladar.
El problema radica en que el niño no es capaz de hacer correctamente esta articulación y hay que enseñárselo.
Puede haber problemas para pronunciar la vibrante simple (“r” suave) o múltiple (“rr” fuerte”).
A su vez hay diferentes clases de rotacismo, dependiendo del lugar y modo de pronunciar el sonido.
¿Qué puede hacer un logopeda por el niño?
El logopeda es un profesional capacitado para reeducar los procesos de articulación del habla.
Primero determinará el origen del problema y llevará a cabo una terapia trabajando los músculos
de la cara, de la lengua y la respiración para conseguir que el niño pronuncie adecuadamente.
La duración del tratamiento depende de cada niño y del grado de dificultad que presente,
pero puede durar semanas o meses.
¿Por qué hay que corregir el rotacismo?
En la edad a la que el niño empieza a leer y escribir, el no poder pronunciar correctamente ciertos fonemas trae consecuencias en el aprendizaje de la lectura y de la escritura.
Al no pronunciarla no la reconocen haciendo muy difícil la comprensión de la lectura.
Hay niños que hasta evitan las palabras que llevan la “r” dificultando la expresión oral.
Es un trastorno que conviene tratar cuanto antes.
Ejercicios de terapia de lenguaje fonema r
Es muy importante tener cierto tacto para que no se convierta en algo con lo que el niño acabe a disgusto y termine provocando el efecto contrario al deseado.
No hay que obligarlos ni alargar demasiado el tiempo (no más de media hora), ni hacer ejercicios demasiado estrictos.
Deben convertirse en un juego para que, de una forma lúdica, el niño vaya progresando.
Ejercicios respiratorios: relajar el cuerpo y la lengua mediante ejercicios de respiración profunda.
Ejercicios de entrenamiento de la lengua: sacar la lengua, mover la punta hacia la derecha,
izquierda, arriba y abajo.
Hay un ejercicio que me parece de lo más adecuado para niños.
Hay que hacerlo todos los días.
Consiste en hacer que el niño haga un dibujo de una casa, con sus paredes, techo, puerta, estanterías y suelo y trasladarla a su boca.
El techo es el paladar, las paredes los carrillos, la puerta la abertura de la boca, las estanterías los
dientes y el suelo la parte inferior.
La lengua es la encargada de limpiar la casa y así recorrer concienzudamente cada parte de la casa
(saca telarañas de los techos, limpia estanterías, repasa las paredes, etc.).
Luego la lengua sale a pasear y vuelve a entrar, sacándola y metiéndola.
Practicar el sonido “R”. Imitar el sonido de una moto, trabalenguas, palabras y frases que contengan
las letras “r” repetidas veces, exagerar las erres (por ejemplo: “ferrocarril”).
Haz que te mire cómo colocas la lengua cuando lo pronuncias así te imita.
Un trabalenguas conocido por todos: “Erre con erre guitarra, erre con erre barril, ruedan que ruedan
las ruedas, las ruedas del ferrocarril”.
Es muy frecuente que los niños que empiezan a hablar tengan problemas para pronunciar la letra “R”.
A este trastorno se le llama rotacismo, es el nombre que se le da a la dislalia selectiva del fonema “R”.
Una dislalia es una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos sonidos o grupos de sonidos.
El trastorno para pronunciar la letra “R” suele ser pasajero, es una de las letras más complicadas
de pronunciar junto con la “D” y la “Z”, por eso es una de las últimas en adquirir, pero se corrige
a medida que el niño va practicando el habla y afinando la audición.
No obstante, si cumplidos los cinco años, cuando el niño ya debería pronunciar correctamente
todos los fonemas, todavía no lo tiene superado,
es conveniente consultar para determinar el origen del problema y buscar un tratamiento.