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Si su hijo tiene problemas con la letra ” r “entonces la terapia de lenguaje con la r le ayudará.

Tratar los problemas a tiempo con la terapia de lenguaje con la r le ayudara a tener una mejora mas rápida.

No pronunciar la letra ” r ” correctamente puede tener un efecto dominó si no se aborda de manera oportuna.

Los niños pueden volverse más conscientes de su habla, la ortografía puede verse afectada negativamente.

Y pueden estar abiertos a las burlas, lo que resulta en un retiro de la participación en discusiones y actividades.

El habla inadecuada e ininteligible puede generar impactos económicos de gran alcance mucho más tarde en la vida.

Una evaluación completa por parte de un patólogo del habla y el lenguaje (SLP) con licencia debe ser el primer paso.

Hay una amplia gama de problemas que afectan la receptividad y la producción del habla: demasiados para siquiera

nombrarlos en este artículo.

A menudo, un poco de ininteligibilidad en el habla es sencillo y fácilmente tratable.

Sin embargo, hay muchos casos en los que múltiples problemas o trastornos pueden agravar o enmascarar múltiples

problemas.

Por el bien de ahorrar tiempo y frustración, una evaluación profesional bien vale la inversión.

La edad y la inteligibilidad de su hijo son determinantes clave para decidir el curso del tratamiento en la mayoría de los

casos.

Si un niño mayor de tres años solo es inteligible para los miembros de la familia, entonces esa es una alarma que

indica problemas que deben abordarse.

Si un niño de jardín de infantes tiene algunos errores de pronunciación con algunos de los sonidos de la ” r “,

pero generalmente es inteligible para los extraños, entonces probablemente sea normal.

La terapia de lenguaje con la ” r “por un patólogo del habla y el lenguaje sobre una base consistente con objetivos

identificables es obviamente la opción ideal.

terapia de lenguaje con la r

Los problemas para pronunciar la “R”

El rotacismo no se debe a un problema de retraso ni psicológico.

El uso prolongado del chupete puede ser un precedente, así como que alguno de los padres también tenga algún problema para pronunciar la “r”.

Recordemos que los niños aprenden los sonidos por imitación, por lo cual es muy factible que pronuncie como lo hacen sus mayores.

Luego, hay dos causas principales.

Por lo tanto, la más frecuente, es una mala colocación de la lengua y del aire, haciendo que el sonido no se pronuncie de la forma adecuada.

Con un problema físico que impida la emisión de ciertos sonidos, como frenillo sublingual, 

hendidura del paladar o tal vez hipoacusia. Antes de comenzar con un tratamiento es importante

conocer la causa del rotacismo para saber qué camino seguir.

La “r” es una consonante alveolar, cuyo sonido se consigue haciendo vibrar la punta de la lengua contra el paladar.

El problema radica en que el niño no es capaz de hacer correctamente esta articulación y hay que enseñárselo.

Puede haber problemas para pronunciar la vibrante simple (“r” suave) o múltiple (“rr” fuerte”).

A su vez hay diferentes clases de rotacismo, dependiendo del lugar y modo de pronunciar el sonido. 

¿Qué puede hacer un logopeda por el niño?

El logopeda es un profesional capacitado para reeducar los procesos de articulación del habla.

Primero determinará el origen del problema y llevará a cabo una terapia trabajando los músculos de la cara, de la lengua y la respiración para conseguir que el niño pronuncie adecuadamente.

La duración del tratamiento depende de cada niño y del grado de dificultad que presente, pero puede durar semanas o meses.

¿Por qué hay que corregir el rotacismo?

En la edad a la que el niño empieza a leer y escribir, el no poder pronunciar correctamente ciertos fonemas trae consecuencias en el aprendizaje de la lectura y de la escritura.

Al no pronunciarla no la reconocen haciendo muy difícil la comprensión de la lectura.

Hay niños que hasta evitan las palabras que llevan la “r” dificultando la expresión oral.

Es un trastorno que conviene tratar cuanto antes.

Ejercicios para la letra “r”

Es muy importante tener terapia de lenguaje con la r en cierto tacto para que no se convierta

en algo con lo que el niño acabe a disgusto y termine provocando el efecto contrario al deseado.

No hay que obligarlos ni alargar demasiado el tiempo (no más de media hora),

ni hacer ejercicios demasiado estrictos.

Deben convertirse en un juego para que, de una forma lúdica, el niño vaya progresando.

  • Ejercicios respiratorios: relajar el cuerpo y la lengua mediante ejercicios de respiración profunda.
  • Ejercicios de entrenamiento de la lengua: sacar la lengua, mover la punta hacia la derecha, izquierda, arriba y abajo.

Hay un ejercicio que me parece de lo más adecuado para niños.

Hay que hacerlo todos los días. Consiste en hacer que el niño haga un dibujo de una casa, con sus paredes, techo, puerta, estanterías y suelo y trasladarla a su boca.

El techo es el paladar, las paredes los carrillos, la puerta la abertura de la boca, las estanterías los dientes y el suelo la parte inferior.

La lengua es la encargada de limpiar la casa y así recorrer concienzudamente cada parte de la casa (saca telarañas de los techos, limpia estanterías, repasa las paredes, etc.).

Luego la lengua sale a pasear y vuelve a entrar, sacándola y metiéndola.

  • Practicar el sonido “R”. Imitar el sonido de una moto, trabalenguas, palabras y frases que contengan las letras “r” repetidas veces, exagerar las erres (por ejemplo: “ferrocarril”).

Haz que te mire cómo colocas la lengua cuando lo pronuncias así te imita.

Un trabalenguas conocido por todos: “Erre con erre guitarra, erre con erre barril, ruedan que ruedan las ruedas, las ruedas del ferrocarril”.

Es muy frecuente que los niños que empiezan a hablar tengan problemas para pronunciar la letra “R”.

A este trastorno se le llama rotacismo, es el nombre que se le da a la dislalia selectiva del fonema “R”.

Una dislalia es una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos sonidos o grupos de sonidos.

El trastorno para pronunciar la letra “R” suele ser pasajero, es una de las letras más complicadas de pronunciar junto con la “D” y la “Z”, por eso es una de las últimas en adquirir, pero se corrige a medida que el niño va practicando el habla y afinando la audición.

No obstante, si cumplidos los cinco años, cuando el niño ya debería pronunciar correctamente todos los fonemas, todavía no lo tiene superado,

es conveniente consultar para determinar el origen del problema y buscar un tratamiento.

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