Los padres son los principales comunicadores que interactúan con sus bebés y niños pequeños; por lo tanto, los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos a aprender a comunicarse con el lenguaje terapia.
Muchas de las habilidades previas al habla y al lenguaje terapia se aprenden mejor en el entorno del hogar.
Para ayudar a sus hijos a desarrollar esas habilidades, los padres deben:
Recuerdar que el lenguaje es más que las palabras habladas.
Cuando están enseñando una palabra o un concepto, deben enfocarse en transmitirle significado al niño a través del juego o de experiencias multisensoriales (escuchar, tocar, ver).
Proporcionar muchos modelos.
La mayoría de los niños necesitan muchas repeticiones y experiencias para aprender una palabra.
Los adultos deben repetir lo que dice un niño y darle un modelo para ayudar a reforzar una palabra.
Usa objetos reales y situaciones reales.
Al enseñar un concepto, los padres pueden usar actividades diarias y situaciones reales tanto como sea posible.
Pueden enseñar los nombres de los alimentos a medida que su niño está comiendo, los nombres de las partes del cuerpo mientras baña al niño y conceptos como debajo, adentro y encima mientras el niño está jugando.
La comunicación es parte de la vida diaria.
Léales a sus hijos.
Deben ayudar a su hijo a aprender conceptos a través de la lectura sobre ellos, excursiones en el vecindario y experiencias diarias.
Sigue el ejemplo de sus hijos.
Si un niño muestra interés en un objeto, persona o evento, los padres deben proporcionarle la palabra para ese concepto.
Hay muchos hitos a medida que el niño progresa hacia el uso del habla.
El niño responde a una voz familiar, reconoce caras conocidas, experimenta con muchos sonidos diferentes;
Produce cadenas de sonidos una y otra vez y emite un sonido para referirse a sus padres (papá, mamá).
Muchos niños disfrutan de mirarse en un espejo y aumentan su reproducción de sonido y balbuceos al vocalizar en los espejos.
Se pueden aprender formas efectivas de trabajar en estas habilidades en el hogar a través de sesiones de intervención temprana, a través de libros, talleres y profesionales del habla y lenguaje.