Terapia de lectoescritura para ayudar el trastorno de lectura o escritura.
La terapia de lectoescritura se refiere a realizar a actividades para mejorar escritura del paciente.
Los niños con retrasos en el habla y el lenguaje también suelen tener dificultades con la alfabetización.
Los niños que tienen dificultades para pronunciar o comprender ciertos sonidos del habla también pueden tener
dificultades para leer y escribir esos sonidos.
Esto puede ocasionar problemas para decodificar y pronunciar las palabras.
Es posible que los niños con retrasos en el lenguaje no comprendan completamente todas las partes del lenguaje,
como la gramática, la sintaxis, el vocabulario entre otros.
Esto puede provocar problemas para comprender el texto o para poner las ideas por escrito de una manera lógica.
Existen varios terapias para mejorar la alfabetización en los niños.
Uno de los método consiste en mejorar los problemas subyacentes del habla y el lenguaje.
Por ejemplo, trabajar en la producción y el uso correctos de los sonidos del habla ayudará a la hora de pronunciar o
deletrear palabras.
También trabajar en la gramática ayudará al niño a usar esos marcadores gramaticales correctamente también en
lectura y escritura.
Terapia de lectoescritura que le ayudaran a mejoras las habilidades del habla.
Otras forma de mejorar las habilidades de alfabetización es enseñar y practicar las habilidades de lectura y escritura
de forma directa.
Las terapeutas recomiendan usar una combinación de ambos enfoques.
La terapia para estos niños debe enfocarse en solucionar los problemas subyacentes del habla y el lenguaje mientras
también se trabaja en esas mismas habilidades en las actividades reales de lectura y escritura.
Esto ayudará a los niños a generalizar las habilidades más forma rápida y a poder usarlas al escribir y leer más
rápidamente.
Leerles a los niños es una de las cosas más importantes que puede hacer para mejorar las habilidades lingüísticas.

Fluidez en la lectura
La terapia de lectoescritura y la fluidez en la lectura se refiere a la fluidez con la que un niño es capaz de leer palabras.
Si el niño se detiene entre cada palabra y tiene que pasar tiempo sondeando cada una, no lee con mucha fluidez.
Para ser un lector fluido, uno debe ser capaz de decodificar palabras rápidamente y usar la entonación correcta y la pausa para indicar oraciones, frases, etc.
Los niños que son capaces de leer con fluidez y sin problemas son capaces de comprender lo que están leyendo más fácilmente.
La fluidez en la lectura es una habilidad crítica para el éxito de la alfabetización.
Lenguaje figurativo
El lenguaje figurativo es una forma divertida de hacer que el idioma que hablamos y escribimos sea más emocionante.
Puedes usar símiles y metáforas para comparar o describir cosas de una manera inusual o puedes usar un modismo para decir una cosa pero significar otra cosa.
Estos tipos de lenguaje figurativo se usan a menudo en la literatura que su hijo leerá y pueden ser utilizados por los niños para hacer que su escritura sea más emocionante.
Hacer inferencias
Los niños con retrasos en el lenguaje a menudo tienen dificultades para hacer inferencias sobre lo que sucede a su alrededor o cuando están leyendo.
motivar a los niños a leer
Crear desafíos divertidos es una excelente manera de motivar a los niños a leer. Cuanto más lea un niño, mejor se pondrá.
Reconocimiento de la lengua escrita
Desde el punto de vista histórico, las investigaciones relacionadas con el análisis del proceso de lectura han argumentado que la conversión directa o codificación de cada una de las palabras, en sí misma, podría dar un significado completo del mensaje o información recibida.
Sin embargo, el trabajo posterior amplió las perspectivas iniciales.
Así, ahora se pueden diferenciar dos procesos complementarios involucrados en el reconocimiento de la palabra escrita.
Procesos relacionados con la comprensión de lo que se ha leído
Entre los procesos implicados en la comprensión lectora, se diferencian el procesamiento sintáctico y el procesamiento semántico:
Procesamiento sintáctico
Se produce el primer nivel de análisis, más fundamental, que permite acercar al lector al significado que corresponde a una determinada pieza informativa.
Este primer nivel tiene lugar después de la implementación de las siguientes estrategias:
Observe el orden de las palabras para diferenciar el sujeto del objeto de cada oración.
La detección de elementos clave como determinantes, preposiciones, adverbios, etc.
ayuda a delimitar las funciones de las palabras a identificar.
Diferenciar los diferentes elementos de una oración en términos de sujeto, verbo, complementos, oraciones subordinadas, etc.
Integrar el significado de las palabras individualmente para llegar a la comprensión general de la oración.
Presta atención a los signos de puntuación que definen las oraciones y establecen las relaciones entre ellas en relación con sus predecesoras y secuelas.
Procesamiento semántico
Después del período de comprensión de la oración por gramática, procedemos a la delimitación de una interpretación de su significado general.
Se obtiene una representación, generalmente en forma de imagen, que sintetiza completamente el contenido de la oración.
Para ello, es necesario combinar la información de la oración leída con el conjunto de conocimientos previos y patrones cognitivos del lector.
Los esquemas son organizaciones de conocimiento interdependientes en las que intervienen:
la interpretación de los datos percibidos, la recuperación de la información contenida en la memoria del sujeto, la estructuración de la información recibida, el establecimiento de objetivos generales y específicos y la localización de los recursos necesarios para responder a esta información incorporada Su función principal es la realización de inferencias, para lo cual debe concentrarse y guiar la proceso de atención a los elementos que le permite extraer el significado general de la información leída.
Dificultades en el reconocimiento de la escritura a mano
En cuanto a las dificultades del reconocimiento de palabras relacionadas con la percepción visual se deben tener en cuenta, entre otros aspectos: la capacidad de diferenciar la disposición espacial de letras reflejadas como “d”, “p”, “b”, “q”; la capacidad de discriminar entre las consonantes “m” y “n”; la capacidad de determinar los aspectos gráficos de cada letra, independientemente del tipo de escritura presentada o de la implementación de la capacidad de memoria asignada a cada letra.